El español que se habla en nuestro país tiene algunas características que son distintas en cada región. Estas variantes se dan de acuerdo a la etnia, a la clase social o a la ubicación geográfica, en las zonas urbana y rural.
En la costa ecuatoriana se usa un dialecto africanizado, principalmente en Esmeraldas. En Guayaquil se usa una mezcla neutra entre el acento africanizado y el español de la sierra. Predomina la acentuación sh, para reemplazar a la letra s.
La sierra se distingue por los quichuismos, aún más por aquellos que denotan sensaciones como frío (acha chay), calor (arra-rray) o desprecio (ata tay). Pero en la sierra norte se habla un acento, coloquialmente llamado pastuso y en el sur, el dialecto morlaco caracterizado por una especie de cántico. La clase adinerada de la sierra evita la influencia de los quichuismos.
Por otro lado, se debe mencionar que también existen anglicanismos debido a la autoridad de los Estados Unidos en nuestro país y neologismos, más conocidos como aquellas palabras que han sido creadas.
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