lunes, 17 de mayo de 2010

Los sacerdotes casados solicitan el celibato opcional

La Federación de Sacerdotes Casados del Ecuador afirma que el celibato atenta contra ley natural y divina, los Derechos Humanos y la Constitución ecuatoriana. Esta organización pertenece a la red mundial de presbíteros católicos que viven en estado matrimonial y defienden el compromiso con la Iglesia.

El 14 de mayo del 2009, la Federación de Sacerdotes Católicos Casados solicitó el celibato opcional, al Vaticano, para que acepten la posibilidad de matrimonio de los clérigos. En el Ecuador, existen 350 casos de sacerdotes con familias clandestinas.

En la provincia de Chimborazo, dos sacerdotes fueron amonestados por faltar a su promesa de celibato. El padre Luis Alberto Tuasa Castro, tras recibir una posibilidad de reivindicación por parte del obispo de Riobamba, Víctor Corral Mantilla, fue suspendido de sus facultades en el ministerio sacerdotal.

Situación similar enfrentó el sacerdote Eulogio Quito. Aseguró que el celibato demanda esfuerzo emocional en la sociedad actual. Quito tiene una esposa y dos hijas. Para no dejar de lado su servicio, ingresó a la Iglesia Episcopal Anglicana.

Wilson Verdezoto, miembro de la Federación de Sacerdotes Casados del Ecuador, sostiene que este grupo lucha por un celibato opcional en la Iglesia Católica. Manifiesta que la institución es muy rigurosa con sus medidas. “El celibato opcional cubre las necesidades del pueblo católico, que a su vez impedirá la proliferación de tantos escándalos”.

Así como Verdezoto, Esteban Erazo, de la Iglesia Anglicana asevera que todos los acontecimientos de homosexualidad, pederastia y matrimonios clandestinos de los sacerdotes, deberían hacer pensar a la Iglesia católica, que los eclesiásticos también tienen necesidades. “La religión debe ser liberadora y no opresora”.

Sin embargo, Patricio Manzano, sacerdote del barrio Guamaní, asegura que este tipo de peticiones carecen de coherencia y respeto. “El celibato, desde el punto de vista religioso, es concebido como la promesa que un hombre hace ante Dios, prometiéndole dedicar su tiempo y vida a su servicio”.

Manzano menciona que, bajo el celibato permanecen aquellos hombres que poseen fuerza de voluntad. “Los sacerdotes somos seres humanos comunes y corrientes. Para no caer en las tentaciones, debemos acogernos a Dios porque son abundantes los momentos en que la mente está distraída y puede ser víctima de pecado y malos pensamientos”.

Un documento de la Federación de Sacerdotes Casados del Ecuador, publicado en la revista Vistazo de mayo 2009, atestigua que en la Biblia se permiten los matrimonios de los clérigos. “En la Carta a Timoteo, San Pablo escribe que para el buen gobierno de las comunidades cristianas es bueno que el obispo sea casado una sola vez y que sepa gobernar su propia casa”. Esta agrupación considera que estar o no casado, no impide el servicio hacia los demás.

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