lunes, 17 de mayo de 2010

El encubrimiento se apodera del Vaticano

Emilio Javier Cerezo, licenciado en Filosofía y teólogo de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Católica se refiere a los casos de pederastia cometidos por miembros de la Iglesia católica. Comenta que el tratamiento de estas informaciones pretende la caída de la popularidad del Papa Benedicto XVI.


En los últimos tiempos, se han descubierto delitos de pederastia de algunos sacerdotes. E ahí el caso de Fernando Lugo o de Alberto Cutie. ¿Qué impacto han provocado estas revelaciones en la sociedad?


Para quienes no profesan esta religión, las revelaciones se constituyen como aquello que hace mucho tiempo debió salir a la luz. Sin embargo, para los fieles católicos se trata de la caída de una especie de ídolos. Aunque reconocen que los sacerdotes son seres humanos que no están exentos de provocaciones, esperan que cumplan con una misión de vida basada en los actos de bien hacia los demás. Se sienten afectados porque consideran que no sólo es un bien de un cuerpo-alma personal sino del bienestar de familias, ciudades, instituciones, países, naciones, etc. Este sentimiento de indignación crece con el encubrimiento de altas dignidades de la Iglesia.


Aprovechando que ha topado este tema, es importante recordar que el Papa Benedicto XVI ha sido criticado por encubrir un abuso sexual en 1985. ¿Por qué se socapan delitos de esta índole?


Hagamos una reflexión. ¿Acaso un padre denunciaría a su hijo por un delito cometido? No es un pecado socapar a los sacerdotes pederastas. Pero eso sí, se los debe sancionar con dureza como una medida que pone orden dentro de un hogar, sin destrozar la unidad familiar. Toda esta problemática va más allá de los delitos. La verdadera intención de los enemigos de la Iglesia es atacar al Papa actual.


¿Qué relación existe entre la aceptación o rechazo hacia Joseph Ratzinger y las revelaciones de pederastia?


Para nadie es un secreto que la Iglesia católica es víctima de ataques y perjuicios aprovechados en momentos oportunos por la ideología anti-religiosa. Éste es uno de esos momentos. Estos escándalos corresponden a una animadversión contra Benedicto XVI. Es una especie de sensacionalismo que puede afectar a cualquier personalidad mundial. El uso de estas revelaciones demuestra un ataque contra la iglesia católica por conquistar fieles. La Iglesia, como toda institución, por ser altruista y benefactora con la humanidad tiene enemigos.


Ante estos enemigos que usted menciona, ¿Qué puede hacer la Iglesia católica?


Es simple. La Iglesia debe resarcir las víctimas y dañar lo menos posible a la institución.

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